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Las leyes que hacen de nuestra sexualidad un hecho productivo, generador, en el que la vagina y el coito son la vía y la práctica, no siempre y en todo momento han estado tan arraigadas, al menos en un tiempo en que la homosexualidad no era mal vista, ni tampoco bien vista, pues ni tan siquiera existía.

Las motivaciones que nos llevan a implicarnos sexualmente con otra persona son variadas. Las más frecuentes tienen relación con la búsqueda de placer físico y también amedrentad. Cuando son estas las motivaciones, resulta más probable que se potencie el deseo sexual y la satisfacción con la pareja.

El sitio para la primera prueba fue en un baile. A todos y cada uno de los hombres les afirmaron que solicitaran a una mujer que bailara. Las mujeres (que participaron en el estudio) fueron dirigidas a responder diciendo: Realmente no soy una gran bailarina.

¿Y por qué, me preguntarás? Por el hecho de que cuando uno se enoja, discute o lo pasa mal, solo una mujer con empatía es capaz de escucharte de veras. Con ellas puedes llegar a soluciones, pues aceptará que todos tenemos necesidades mejor que absolutamente nadie. Y vas a hacer bien de respetar asimismo las suyas.

Tu labor para este texto, es que debes construir tu abrelatas y practicarlo con naturalidad unas 20 veces, primero con tus familiares y amigas, tías, abuelas, madre, hermanas, vendedoras, hasta el momento en que sepas la naturalidad que debes tener para hablarle a una Tb.