Hablar de cosas negativas y tristes sólo aumentarían el desasosiego que, seguramente, sufra
Bandidaje y depredación. No obstante, estas vulneraciones no dejan de constituir sacrilegios. Atentan contra las reglas que el día precedente eran vigentes y que al día después serán de nuevo las más santas y también inviolables. Son consideradas verdaderamente como sacrilegios mayores.3
